Gabriel «GABITO» Guevara es un abogado de una familia que supo ser poderosa y ahora está venida a menos. Acostumbrado a los lujos que su padre le prodigara, ahora por las suyas, no le da el presupuesto.
Esa vida ya pasó: tal es así que en un extenso terreno que tiene, donde soñaba hacer una pista de esquí, le debe 20 millones de pesos a la provincia sólo en impuesto inmobiliario. Guevara, un abogado sin mucha actuación en el foro y en tribunales, cuenta como logro haber sido junto a su ex pareja, el fundador del partido «PARTE» que catapultó a la presidencia a Alberto Fernández, títere de Cristina Kirchner y al empobrecimiento de millones de argentinos.
Locuaz y sociable, es autoridad de cada tema que se toca, pero casualmente de este no quiere hablar. Tampoco quiere hablar de lado a quien cualquiera avergonzaría: es un violento.
Así se desprende de la denuncia que por violencia de genero a su ahora ex esposa radicó en la justicia local acusándolo de golpeador. Tampoco quiere hablar de los 50 millones de pesos que en el 2017 vinieron de Buenos Aires y «se perdieron en la campaña electoral» y nunca llegaron a su socio político Emilio Mendoza.
Aunque para zafar, no tuvo problema en denunciar penalmente a su propia esposa. ¡Todo un caballero!
Y se portó como tal cuando un conocido legislador sanjuanino le puso los cuernos con otra de sus ex mujeres y como «reparación moral» y temiendo que alias «Gabito» le propinara una golpiza o algo peor, el legislador lo nombró como asesor en el Congreso. ¡TERRIBLE! Ahí se terminó el problema de cachos: sin estómago.
Alberto Fernández lo olvidó y se fue a España. Y así va «Gabito» por la vida, amenazando, apurando, apretando. Qui’za lo haya aprendido de un empleador oculto que tiene: Hugo Moyano, que remotamente le da la moneda para vivir. Más casta, imposible, aunque en Calingasta todavía lo estén esperando que pague su deuda de 5 Millones de pesos que tiene con el Municipio por unos terrenos que heredó de su padre. Agarre sus apuntes de derecho y pongase a trabajar, carajo!
